domingo, 13 de mayo de 2012

Lenguaje corporal: El Poder Que Ejerce La Palma De La Mano

Es poco conocido el poder que podemos imprimir a nuestras palabras y a nuestra personalidad  con tan sólo colocar en la posición adecuada la palma de la mano. De hecho, la posición de la palma nos confiere  poder aún sin usar palabra alguna.
Veamos como:
Tenemos 3 posiciones de mando con la palma:
La palma cerrada con el dedo índice apuntando en una dirección.
Este gesto molesta e irrita a quien es señalado y hace ver al que lo usa como una persona dominante y desconsiderada, es como si el dedo fuera una vara con la que te van a golpear en cualquier momento. Evita usar este gesto si deseas colaboración de tus congéneres, y en su lugar busca cambiar la posición en que colocas tu palma como se indica a continuación.
Palma de la mano en posición sumisa
 Cuando la posición de la palma de la mano está hacia arriba denota sumisión;  es  así cómo coloca la mano el mendigo que pide limosna. Al pedirle a tu empleado que te pase algo usando esta posición de mano no se sentirá amenazado ni  intimidado.
 Palma de la mano mirando hacia abajo
Esta posición te confiere autoridad cuando la usas, aunque no es tan agresiva como el dedo apuntando, puede causar molestia en quien reciba un pedido de tu parte, así que sé cauteloso en su uso, no la uses en personas que compartan contigo un mismo nivel de trabajo.
Este gesto recuerda al saludo militar nazi.

En definitiva, ¿cuál es la mejor forma de dar la mano al saludar o despedirse?
Siempre debemos dar la mano derecha, extendiendo por completo la palma de la mano, dejando el dedo pulgar apuntando  hacia arriba, estirando un poco el brazo. Una vez que estén juntas ambas manos, se debe cerrar la mano, envolviendo la mano de la persona a quien saludamos, de forma firme sin hacer excesiva presión. El apretón debe durar unos pocos segundos (aunque puede durar un poco más según la afinidad que haya entre los que se saludan), se hace simultáneamente un movimiento de arriba hacia debajo de forma rápida. 
Cuando des la mano hazlo de una manera firme, con seguridad, pero sin pretender superioridad sobre la persona a quien diriges el saludo.
Siguiente artículo: Más allá del apretón de manos

No hay comentarios:

Publicar un comentario