El saludo es una norma de educación que todos aplicamos al interactuar con nuestros semejantes, pero, más allá de eso, es una ceremonia que posibilita la comunicación entre los seres humanos.
Al saludarse, los seres demuestran que se conocen entre sí, que desean aproximarse y mostrarse amistosos, y por último, que desean encontrarse y establecer la intimidad de la relación que tienen entre sí.
En condiciones normales de comunicación, los seres humanos se saludan como primer y último intercambio de mensajes durante el curso de un dialogo. El omitir el saludo se considera una ofensa. Es tanto así, que inclusive a los enemigos se saluda (aunque evidentemente no del mismo modo).
Etapas del saludo:
Reconocimiento: en el momento en que identificamos a alguien que conocemos de antemano, nos valemos de un conjunto de gestos para demostrar la alegría por el hecho de verlo nuevamente.
Manifestamos nuestra alegría con una sonrisa, levantando las cejas ligeramente, levantamos el brazo y saludamos con la mano. Estos gestos de reconocimiento y alegría pueden ser más marcados mientras mayor sea la intimidad que tengamos con ese amigo, y el tiempo que se tenga sin verse.
Saludo a distancia: el reconocimiento inicial viene acompañado de sonrisas más o menos amplias, inclinación de la cabeza, levantar el brazo y la mano mostrando la palma abierta y se realiza un movimiento corporal con la intención de establecer contacto.
Acercamiento hacia la persona: lo que sigue al reconocimiento inicial es el desplazarse el uno hacia el otro para saludarse.
Cuando las personas mantienen una relación cercana, caminan una hacia la otra buscando encontrarse. Expresan su alegría con un lenguaje corporal abierto, sin establecer barreras y haciendo contacto visual.
Saludo propiamente dicho: se da mediante gestos como darse la mano, un abrazo, un beso, palmadas en la espalda u hombros. La duración del contacto físico de este saludo dependerá en gran medida del grado de amistad entre las partes. Estos primeros minutos involucran tocarse y sonreír, demostrando de esta manera la satisfacción mutua de verse.
Separación física: después que pasa este corto periodo, se da por terminado el saludo y se da paso a un diálogo donde predomina la palabra y los gestos, pero no el contacto físico.
